Celebraciones de la reconciliación dirigidas por laicos

El 17 de noviembre de 2018, gracias a la invitación del Delegado de Liturgia de Zamora, Narciso-Jesús Lorenzo Leal pude compartir una reflexión con los celebrantes de las ADEP (Asambleas Dominicales en espera de Presbítero), en el marco de una de sus jornadas de formación y convivencia.

Me pareció importante hablar de un tipo de celebraciones que son necesarias para vivir sobre todo los tiempos penitenciales pero que a menudo los sacerdotes no encuentran mucho tiempo para hacerlas de forma tranquila y con fruto espiritual: las celebraciones penitenciales. El Ritual de la Penitencia recoge algunas celebraciones de la Palabra con carácter penitencial pero sin recibir el sacramento. Éstas celebraciones pueden ser dirigidas fácilmente por algún laico que tenga ese ministerio en la parroquia con el fin de pedir perdón a Dios y prepararse para que, cuando el sacerdote llegue a la parroquia, pueda recibir el sacramento.

Además, ante el cercano inicio del Adviento, elaboré una celebración penitencial para este tiempo penitencial de preparación a la Navidad.

Comparto estos documentos:

La Carta a los Filipenses

El viernes de la XXX semana de tiempo ordinario comenzamos a leer la Carta a los Filipenses. La lectura semicontinua durará hasta el sábado de la XXXI semana.

Durante estos días se lee una selección de lecturas de la Carta a los Filipenses. Algunos elementos importantes de esta carta son:

  1. Las primeras indicaciones de lo que después sería la estructura jerárquica de la Iglesia: «Pablo y Timoteo, siervos de Cristo Jesús, a todos los santos en Cristo que residen en Filipos, con sus obispos y diáconos» (1, 1).
  2. Los datos biográficos de Pablo (cf. 1, 13; 3, 5-14).
  3. La acción de gracias a la comunidad por los donativos que le han hecho llegar: «Vosotros, filipenses, sabéis además que, desde que salí de Macedonia y empecé la misión, ninguna iglesia, aparte de vosotros, me abrió una cuenta de haber y debe. Ya me mandasteis a Tesalónica, más de una vez, un subsidio para aliviar mi necesidad» (cf. 4, 10-20).
  4. El Himno Cristológico por excelencia: «toda lengua proclame: Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre» (cf. 2, 6-11).

Dejamos dos tablas para visualizar mejor el reparto de versículos y los temas que tratan cada día.

-TABLA 1-

Se muestra el esquema del contenido de la carta y su reparto en la lectura ferial del tiempo ordinario.

-TABLA 2-

Para leer el texto diario orientados por la temática.

DÍA CITA TEMÁTICA
Viernes XXX1,1-111. Saludo de la carta a los responsables de la comunidad y a todos los que la conforman.
2. Deseo de la que comunidad progrese en los valores de cara al último día.
Sábado XXX1,18b-261. Pablo dirige estas palabras en el contexto en que habla de su prisión (cf. 1, 12-18a).
2. La ganancia que uno tiene con el morir (a causa de la persecución): «estar con Cristo es con mucho lo mejor».
3. Aunque está mejor con Cristo, luchará por vivir porque es necesario para los discípulos: se entrega a la misión y no a sus apetecencias.
Lunes XXXI2,1-41. Este texto y el siguiente forman una unidad: Cristo es nuestro modelo.
2. Pide considerar a los otros superiores creciendo así en humildad y en unidad.
Martes XXXI2,5-111. La humildad a la que estamos llamados en el texto anterior la tenemos de forma ejemplar en Cristo que «se despojó de sí mismo tomando la condición de esclavo».
2. Se trata de un himno cristológico que se recita todos los sábados en las I Vísperas de los domingos.
Miércoles XXXI2,12-181. La unidad en la comunidad se manifiesta en actuar sin discusiones.
2. Actuar así hace a la comunidad ‘lumbrera del mundo’.
3. Para San Pablo derramar la sangre por una comunidad así merece la pena.
Jueves XXXI3,3-8a1. Breve biografía de San Pablo, de la que él se siente orgulloso.
2. Si siente orgullo de su fe y de su educación, más orgullo y valor le da a ser cristiano: el ser cristiano está por encima de todo.
Viernes XXXI3,17 – 4,11. Pablo se coloca como ejemplo a seguir en contraposición a quienes son enemigos de la cruz de Cristo.
2. Los cristianos somos ciudadanos del cielo.
Sábado XXXI4,10-191. Acción de gracias de San Pablo por las veces en que la comunidad de los filipenses le ha sostenido.
2. El donativo para mantener la misión es: de «suave olor» en comparación con el incienso del templo; «sacrificio aceptable y grato a Dios». Total dimensión de ofrenda que sube a Dios y agrada.

Gravissimum Educationis

DECLARACIÓN. GRAVISSIMUM EDUCATIONIS. SOBRE LA EDUCACIÓN CRISTIANA

Declaración del Concilio Vaticano II. Promulgada en la cuarta sesión del Concilio el 28 de octubre de 1965 por 2290 votos a favor y 35 en contra.

Nostra Aetate

DECLARACIÓN. NOSTRA AETATE. SOBRE LAS RELACIONES DE LA IGLESIA
CON LAS RELIGIONES NO CRISTIANAS

Declaración del Concilio Vaticano II. Promulgada en la cuarta sesión del Concilio el 28 de octubre de 1965 por 2221 votos a favor y 88 en contra.

Nazaret en Zamora. Santa Bonifacia Rodríguez

UN DIA COMO HOY…

… el 23 de octubre de 2011, en Roma, Benedicto XVI canonizaba a la hasta entonces Beata zamorana Madre Bonifacia Rodríguez de Castro.

Dejamos para el recuerdo y la oración un fragmento de la homilía, algunas fotos y enlaces.

De la Homilía del Santo Padre Benedicto XVI

En la segunda lectura hemos escuchado un pasaje de la primera carta a los Tesalonicenses, un texto que usa la metáfora del trabajo manual para describir la labor evangelizadora y que, en cierto modo, puede aplicarse también a las virtudes de santa Bonifacia Rodríguez de Castro. Cuando san Pablo escribe la carta, trabaja para ganarse el pan; parece evidente, por el tono y los ejemplos empleados, que es en el taller donde él predica y encuentra sus primeros discípulos. Esta misma intuición movió a santa Bonifacia, que desde el inicio supo aunar su seguimiento de Jesucristo con el esmerado trabajo cotidiano. Faenar, como había hecho desde pequeña, no era sólo un modo para no ser gravosa a nadie, sino que suponía también tener la libertad para realizar su propia vocación, y le daba al mismo tiempo la posibilidad de atraer y formar a otras mujeres, que en el obrador pueden encontrar a Dios y escuchar su llamada amorosa, discerniendo su propio proyecto de vida y capacitándose para llevarlo a cabo. Así nacen las Siervas de San José, en medio de la humildad y sencillez evangélica, que en el hogar de Nazaret se presenta como una escuela de vida cristiana. El Apóstol continúa diciendo en su carta que el amor que tiene a la comunidad es un esfuerzo, una fatiga, pues supone siempre imitar la entrega de Cristo por los hombres, no esperando nada ni buscando otra cosa que agradar a Dios. Madre Bonifacia, que se consagra con ilusión al apostolado y comienza a obtener los primeros frutos de sus afanes, vive también esta experiencia de abandono, de rechazo precisamente de sus discípulas, y en ello aprende una nueva dimensión del seguimiento de Cristo: la cruz. Ella la asume con el aguante que da la esperanza, ofreciendo su vida por la unidad de la obra nacida de sus manos. La nueva santa se nos presenta como un modelo acabado en el que resuena el trabajo de Dios, un eco que llama a sus hijas, las Siervas de San José, y también a todos nosotros, a acoger su testimonio con la alegría del Espíritu Santo, sin temer la contrariedad, difundiendo en todas partes la Buena Noticia del reino de los cielos. Nos encomendamos a su intercesión, y pedimos a Dios por todos los trabajadores, sobre todo por los que desempeñan los oficios más modestos y en ocasiones no suficientemente valorados, para que, en medio de su quehacer diario, descubran la mano amiga de Dios y den testimonio de su amor, transformando su cansancio en un canto de alabanza al Creador.

Homilía completa

La hora nona del Centurión Cornelio

El Centurión Cornelio del que habla el libro de los Hechos de los Apóstoles es venerado como santo y su memoria se celebra cada 20 de octubre.

Su historia y testimonio está narrado por este escrito del nuevo testamento que le dedica íntegramente el capítulo diez (Hch 10-leer). En el se narra como el centurión Cornelio, hombre temeroso de Dios, recibe una visión de un ángel en la hora nona que le comunica que sus oraciones y ofrendas han sido aceptadas y el encargo de buscar a Pedro. El centurión mando a dos siervos y un soldado a por Pedro y mientras se acercaban donde estaba el apóstol, Pedro tuvo una visión mientras rezaba en la hora sexta en la que se le reveló que no hay que llamar profano a lo creado por Dios. Visión que le serviría para entrar en la casa del centurión al día siguiente. Pedro comienza a predicar la muerte y resurrección de Jesús y el Espíritu Santo viene sobre Cornelio y los que escucharon la palabra de Dios. Los circuncidados que acompañaban a Pedro se sorprendieron de que el Espíritu Santo se derramara a aquellos gentiles y Pedro lo bautizó.

Haciéndose eco del texto bíblico, la liturgia de las horas ha conservado la referencia a este episodio en las horas sexta y nona del martes III del Salterio:

«Oh Dios, que revelaste a Pedro tu plan de salvar a todas las naciones, danos tu gracia, para que todas nuestras acciones sean agradables a tus ojos y útiles a tu designio de amor y salvación universal» (Sexta. Martes III)

«Oh Dios, que enviaste un ángel al centurión Cornelio para que le revelara el camino de la salvación, ayúdanos a trabajar cada día con mayor entrega en la salvación de los hombres, para que, junto con todos nuestros hermanos, incorporados a tu Iglesia, podamos llegar a ti» (Nona. Martes III).

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