San Alfonso Rodríguez

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El Adviento hispano-mozárabe

Seis domingos antes de celebrar el nacimiento del señor, la iglesia antigua en España, conservada hoy en el rito hispano-mozárabe, comenzaba el tiempo de preparación para la fiesta de la Navidad: el Adviento. Por tanto el Adviento hispano-mozárabe consta de seis domingos y dos ciclos: año par y año impar. Este tiempo de adviento que recuerda la venida de Cristo en la carne y evoca la segunda venida, tiene una fiesta central: la Anunciación o Encarnación que en el rito hispano mozárabe se celebra el día 18 de diciembre con el título de In die Santae Mariae (en el día de Santa María). El X Concilio de Toledo (656) estableció el cambio de fecha para esta fiesta argumentando qué «el día en que se sabe que el ángel anunció a la virgen la Concepción del verbo, y la confirmó con Milagros, no puede ser celebrado dignamente porque a veces cae dentro de la cuaresma y coincide con la fiesta de Pascua, en los cuales tiempos no es oportuno celebrar ninguna de las fiestas de los santos»1. Por ello el concilio toledano decreta que «el día octavo antes de aquel en que el Señor vino al mundo, se tenga también el día de la Madre del Señor como celebérrimo y preclaro»2.


1 Felix María Arocena, Cánones litúrgicos de los concilios hispano-visigóticos, Cuadernos Phase 237 (Barcelona 2017), 94.

2 Ibid.

Más entradas sobre el Adviento hispano-mozárabe

‘Qué hermosos son sobre los montes los pies del mensajero’: Primer domingo de adviento en rito hispano-mozárabe (Año I)

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Reflexión sobre las lecturas

1. Partiendo de la primera lectura podemos encontrar la idea de la encarnación en el anuncio del rebrote del tronco de Jesé, del florecimiento de un vástago. El anuncio de un periodo de paz donde hasta el lobo habita con el cordero y el leopardo se tumbará con el cabrito. Está marcado también por la referencia al recién nacido: la profecía de que el niño de pecho retoza junto al escondrijo de la serpiente: Cristo que viene habitar entre los que han caído tentados por la serpiente, por los espíritus del mal. No hay que olvidar que este texto de Isaías termina con otra profecía, ahora ya no encarnatoria sino pascual: «Aquel día, la raíz de Jesé será elevada como enseña de los pueblos: se volverán hacia ella las naciones y será gloriosa su morada». La enseña de los pueblos, el estandarte de la cruz con la victoria de la resurrección en su proyección universal de llegar a todos los pueblos, entronca con la idea de la segunda lectura.

2. San Pablo se abre a los gentiles siendo para ellos ministro de Cristo Jesús. En este fragmento de la carta los romanos San Pablo menciona su interés de llegar a España para llevar el evangelio a los que no tienen noticias de él. España en aquel momento constituye el final del mundo conocido; aquí está el lugar llamado Finisterre: el final de la tierra. Por tanto, San Pablo se adentra en Europa llevando el evangelio a todas las naciones hasta los confines de la tierra.

3. Este es precisamente el origen de la predicación de Juan Bautista. La palabra de Dios viene sobre Juan en el desierto para hacer realidad lo que dice el oráculo del profeta Isaías: «toda carne verá la salvación de Dios». Las contestaciones que Juan de aquellos que le preguntan sobre lo que hay que hacer para salvarse son idénticas a la predicación de Jesús. En este sentido Juan es verdaderamente el precursor porque hasta el pueblo que estaba expectante pensaba que esas palabras y su autoridad podrían derivarse de ser el Mesías.

4. La profecía de Isaías de la enseña de los pueblos se cumple en la cruz de Cristo, que ha sido sacrificado por sus obras y palabras. Obras, palabras y sacrificio que ya Juan anticipa y San Pablo prolonga con su ministerio a los gentiles hasta su martirio.

Referencias sobre las oraciones

5. «Que hermosos son sobre los montes los pies del mensajero que proclama la paz». Esta es la primera frase con la que nos encontramos al inicio de la celebración: el canto de entrada. La paz está descrita en la primera lectura, en la profecía de Isaías, como la armonía y la naturaleza y los animales. Y el mensajero puede ser identificado con esas tres personas centrales de las lecturas: Cristo como príncipe de la paz, Juan el precursor de quién es nuestra paz y, por último, San Pablo que como dice un versículo del canto de entrada «el Señor prestará su palabra a los evangelizadores con gran fortaleza». Los evangelizadores son los mensajeros que proclaman la paz.

6. No pierde el adviento hispano-mozárabe ni una pizca de la alegría Pascual del domingo. Tras el canto del gloria, la oración que prosigue es idéntica todos los domingos, y nos recuerda que caminamos hacia las fiestas de la Navidad: «quisiste anunciar por coro San Jericó la venida de tu hijo, Jesucristo Nuestro Señor»; a la vez que nos sitúa en la pascua semanal: «concédenos, en esta celebración de la resurrección del Señor…». Pero para este domingo, en el que se acaba de mencionar la paz que se proclama, es importante anotar que se pide el incremento de la paz que ha sido devuelta a los pueblos por el Señor. La paz es la armonía y la comunión del cosmos, que ha sido rota por el pecado. El padre la restaura para todos los pueblos en Cristo Jesús. A continuación de esta oración viene la primera lectura, de la profecía de Isaías, en la que como hemos visto, se describen los acontecimientos de la armonía y la paz entre las criaturas.

7. Volviendo a la lectura de San Pablo y a la referencia que hemos hecho al canto de entrada en el que nos encontramos que los evangelizadores son los mensajeros de la Paz, el canto de Laudes es una petición de auxilio para llevar a cabo la misión que se nos encomienda: «Envíanos, señor, tu auxilio desde el Santuario, y tu apoyo desde Sion».

8. El canto de ofertorio tomado del profeta Isaías muestra al señor reinando en Jerusalén Como heredero del palacio de David. Esta referencia se refiere directamente con la primera lectura en esa mención del tronco de Jesé, padre del Rey David.

9. La actitud vigilante y el deseo de la venida del señor que en la monición sacerdotal quien preside pide a los fieles, se encuentra también en las dos oraciones siguientes: Alia y Post Nómina. Esta última concluye con una petición curiosa a la par que bella: «Apúntanos ya en el censo eterno para que no quedemos confundidos en el futuro cuando vengas a juzgar al mundo». Necesitamos una certeza de que cuando el Señor venga juzgar al mundo nosotros podamos acceder a la Jerusalén del cielo, porque ya hemos sido censados en ella por Cristo.

10. Si las anteriores Oraciones hacían referencia a la segunda venida de Cristo, la oración Ad Pacem e la Illatio tienen como discurso la primera venida en dos referencias: primera mente a la Encarnación en el seno de la virgen María, y en segundo lugar a la referencia de la predicación y el bautismo de Juan para que «por el reino de Dios cuya buena noticia anunciaba este hombre nuevo, el mundo pudiera conseguir la plena y inefable gracia de la divina Trinidad» (Ad Pacem).

11. La Illatio además hace una catequesis sacramental sobre las dos partes del sacramento, la visible y la invisible: «Cristo, pues, fue bautizado por aquél con un elemento visible y el Espíritu invisible». No podemos olvidar que a pesar de que el adviento hispano-mozárabe no tiene un carácter catecumenal como sí lo tiene la cuaresma el Concilio de Gerona (517) establece como fecha para los bautismos la Navidad 1. Esto ayudaría a entender este alusión y la de la Illatio de la Navidad: «dio el esposo a su esposa, es decir, Cristo a su Iglesia, como presente, las aguas vivas en que se bañara una vez con el fin de agradarle. Le dio el óleo de la alegría con que ungirse a modo de bálsamo oloroso crismal. La llamó a su mesa, la sació con flor de harina y la embriagó con suave vino. Le impuso la diadema de la justicia y le regaló el vestido enriquecido con variedad de virtudes».

12. Tanto la oración Post Sanctus como la introducción el Padre Nuestro hacen una doble referencia: comienzan haciendo referencia a la encarnación para pasar a la segunda venida.

13. La bendición es una bella redacción de temática escatológica: «Que os ilumine con el resplandor de su venida…»; «Y tengáis siempre como protector al mismo Señor, a quien el Padre omnipotente exaltó vencedor de la tribu de Judá». El vencedor de la tribu de Judá hace referencia al libro del Apocalipsis: «Pero uno de los ancianos me dijo: «Deja de llorar; pues ha vencido el león de la tribu de Judá, el retoño de David, y es capaz de abrir el libro y sus siete sellos»» (Ap 5, 5).


1 Felix María Arocena, Cánones litúrgicos de los concilios hispano-visigóticos, Cuadernos Phase 237 (Barcelona 2017), 95.


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San Millán de la Cogolla

El 12 de noviembre celebramos en el rito hispano-mozárabe San Millán o Emiliano que da nombre a uno de los monasterios más importantes para la lengua y música antigua: San Millán de la Cogolla.

Nació en Verdejo, diócesis de Tarazona. Dedicado a ser pastor en su pueblo siente la llamada de dios y acude al famoso eremita Félix en Bilibio para ser su discípulo. Tiempo después vuelve a su casa pero la multitud de gentes que le visitaban le hace tomar la decisión de retirarse del monte Distercio en La Rioja. Debido a su fama el obispo de Tarazona, dídimo, lo ordena sacerdote encomendándole la parroquia de su propio pueblo. No tardará en ser destituido debido a las quejas de los parroquianos de que todos los bienes de la iglesia los vendía en favor de los pobres. De vuelta a la Rioja surge una comunidad Monástica mixta origen del gran monasterio de San Millán de la Cogolla.Millan muere en el año 560 a la edad de 101 años.

Se sabe de la gran devoción que surgió en torno a este santo porque trasladados parte de los restos a la iglesia de Torrelapaja, en el siglo XVI hubo de construirse un hospital de peregrinos para albergar a los devotos que acudían a brindar sus reliquias.

El monasterio de San Millán de la Cogolla llegó a ser uno de los centros culturales a nivel lingüístico, artístico, musical y litúrgico más importante de la antigüedad hispana. Muchos códices y documentos del monasterio se conservan en la Biblioteca de la Real Academia de la Historia (Madrid), tras la desamortización de Mendizabal (1836-1837). El monasterio contaba con dos edificios Suso (arriba) y Yuso (abajo). En la actualidad Suso es propiedad del Estado y Suso es habitado por frailes agustinos recoletos.

Páginas de Códices de San Millán de la Cogolla
Dejamos la Oratio Admonitionis de la misa para la oración:

«Entre los hechos destacados de los varones decididos, que por el amor de Cristo alcanzaron la palma de la victoria, por su lucha triunfal, este Millán nuestro, queridos hermanos, ha alcanzado en tiempos más cercanos una gloria no menor.Dios omnipotente, preparando para nosotros un ejemplo especial, en los últimos años del siglo, entre las ruinas que amenazaban con sepultarnos, nos lo ha puesto como patrono y médico.Es ciertamente un patrono que prevalece en la verdad, que nos defiende a los oprimidos, y médico necesario, que con el favor de Dios sana a los enfermos.Así pues, pueblo fiel, acudid devotamente, manifestadle entre lágrimas los suspiros del alma doliente, cumplid vuestro votos ofrecidos a Dios en su memoria, celebrad para mérito vuestro la fiesta de su conmemoración.Obtendréis así, sin duda alguna, lo que pidáis, con tal de que tengáis esperanza de conseguirlo.Porque puede impetrar ante Dios lo que se pide, el que, dejándose llevar por él, pudo antes superar aquello que temía.Este, diré, es nuestro Millán, que en esta indigna pobreza de virtudes de nuestro tiempo, rebasó con la riqueza de los carismas, a la manera de los apóstoles, y consumó con la mortificación de la carne, el martirio que le faltó por falta de persecuciones a la fe.Pues de tal manera sometió su cuerpo por el rigor de la abstinencia, lo maceró con las vigilias, lo despojó con la desnudez, lo trituró con su abandono, lo castigó con el calor, lo redujo por el frío, y lo llagó como el torturador a ultranza, con los tormentos de las más diversas penas, que aunque no hubieran sobrevenido otros perseguidores, apenas hubieran podido encontrar pena que él no se hubiera aplicado espontáneamente por el Señor.Y hubiera dado su vida, si las circunstancias lo hubieran exigido, el que no temió sufrir constantemente los más duros tormentos.Y por eso le reconocemos igual a los apóstoles y a los mártires, porque le reconocemos igual capacidad para tolerar los suplicios y obrar milagros.Roguemos por ello al Señor, en la Trinidad, que como a él le dio la gracia de tantos bienes, así por su patrocinio, conceda el perdón a nuestras malas obras»

Para saber más…

 Justo Gárate Arriola, «San Millán de la Cogolla, fue monje y abad benedictino», Príncipe de Viana a. 18, nº69 (1957), 519-532.

IMAGEN DE PORTADA
San Millán. Detalle de la Arqueta de reliquias.
https://www.monestirs.cat/monst/annex/espa/rioja/civoris.htm

San Martín de Tours, padre del monaquismo latino

Cada 11 de noviembre la Iglesia celebra la memoria de San Martín de tours. Militar romano nacido hacia el año 317 en Sabaria, Panonia, de una familia pagana. Desde muy pronto vive en Pavía donde realiza estudios hasta que en contra de su voluntad es destinado por su padre, oficial romano, a la carrera militar. Antes de esto en torno a los 15 años ya se había convertido al cristianismo aunque era catecúmeno.

SAN MARTÍN PARTIENDO SU CAPA CON EL MENDIGO
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La iconografía popular de este santo nos lo muestra en un acontecimiento que tuvo lugar en los primeros años de su destino militar en Galia: cortando con su espada la capa que le cobija para darle la mitad a un pobre en las puertas de Amiens.

Bautizado algún tiempo más más tarde, continúa con la vida militar hasta el año 356, momento en el que comienza una nueva vida. Se traslada a los Balcanes donde está exiliado el obispo de Poitiers, San Hilario. Allí ayudará a este santo obispo a luchar contra las herejías de Arrio, a la par que hará una experiencia ascética. Pronto vuelve a Poitiers donde vive de eremita en Ligugé, que se convertirá en uno de los núcleos monásticoos más importantes de occidente, y por tanto, San Martín podría ser considerado como el padre del monarquismo latino.

A la vuelta de San Hilario a Poitiers, Martín es nombrado exorcista, posteriormente diácono y por fin sacerdote. En torno al año 371, Martín es elegido obispo de Tours. Para poder ser obispo y continuar su vida monástica funda cerca de Tours el centro monástico de Marmoutier, a la orilla derecha del Loira.

SEPULCRO DE SAN MARTÍN DE TOURS
lugaressacros.blogspot.com

Conocido por su oposición a los ídolos y a la fe pagana, por sus milagros, por su oposición a muchos obispos que no lo tienen en estima por su pasado militar; tras haber destruido los templos paganos y haber construido iglesias cristianas y ver llegar la herejía incluso en las zonas rurales con enfrentamientos entre sus mismos discípulos, Martín fallece el 8 de noviembre 397 en Candes. Días más tarde, el 11 de noviembre, se celebran sus funerales quedando como fecha para su recuerdo.

Así como en el calendario hispano mozárabe se comienza con la fiesta de San Acisclo el 17 de noviembre, los calendarios Ambrosiano y de la liturgia galicana marcan en este día como referente del inicio del año litúrgico.

VIDEO TURÍSTICO SOBRE LA BASÍLICA DE SAN MARTÍN DE TOURS

Imagen de portada:
FRONTAL DE ALTAR
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