Seis domingos antes de celebrar el nacimiento del señor, la iglesia antigua en España, conservada hoy en el rito hispano-mozárabe, comenzaba el tiempo de preparación para la fiesta de la Navidad: el Adviento. Por tanto el Adviento hispano-mozárabe consta de seis domingos y dos ciclos: año par y año impar. Este tiempo de adviento que recuerda la venida de Cristo en la carne y evoca la segunda venida, tiene una fiesta central: la Anunciación o Encarnación que en el rito hispano mozárabe se celebra el día 18 de diciembre con el título de In die Santae Mariae (en el día de Santa María). El X Concilio de Toledo (656) estableció el cambio de fecha para esta fiesta argumentando qué «el día en que se sabe que el ángel anunció a la virgen la Concepción del verbo, y la confirmó con Milagros, no puede ser celebrado dignamente porque a veces cae dentro de la cuaresma y coincide con la fiesta de Pascua, en los cuales tiempos no es oportuno celebrar ninguna de las fiestas de los santos»1. Por ello el concilio toledano decreta que «el día octavo antes de aquel en que el Señor vino al mundo, se tenga también el día de la Madre del Señor como celebérrimo y preclaro»2.
1 Felix María Arocena, Cánones litúrgicos de los concilios hispano-visigóticos, Cuadernos Phase 237 (Barcelona 2017), 94.
2 Ibid.
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