Celebramos hoy, 17 de noviembre, la memoria de San Alfonso Rodríguez. Nació en Zamora el 10 de marzo de 1598 e ingresó en el colegio de los jesuitas de Salamanca el 25 de marzo de 1614. Tras dos años de noviciado en Villagarcía de Campos Valladolid, el 2 de noviembre de 1616, en Lisboa embarca hacia Buenos Aires. Será destinado a estudiar filosofía y teología en la Córdoba de Argentina donde será ordenado sacerdote en 1624. Se encarga de la docencia de humanidades hasta que en 1627 es destinado a la reducción de la Encarnación de Itapúa, en el río Paraná (Paraguay). Desde allí, y con el fundador de la reducción de Itapúa, el padre Roque González de Santa Cruz, se dirige a fundar la reducción de Todos los Santos de Caaró, donde el 15 de noviembre de 1628 junto con Roque González es martirizado. Dos días más tarde otro compañero, Juan del Castillo, recibiría también la corona del martirio. Éstos tres jesuitas fueron baetificados en el año 1934 por Pío XI y canonizados en Asunción por Juan Pablo II el 16 de mayo de 1988.
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