21 días de Navidad Mozárabe

El 4 de octubre del año 380 (ca.) en la sacristía de la iglesia de Zaragoza se reunieron en Concilio doce obispos principalmente para condenar la doctrina y prácticas de Prisciliano y sus seguidores. Como toda teoría, el priscilianismo tenía sus aplicaciones prácticas:
«La ética del dualismo priscilianista con su pobre concepto de la naturaleza dio origen a un indecente sistema ascético así como a algunas observancias litúrgicas peculiares, tales como el ayuno los domingos y el día de Navidad» [1]. 

Seguramente como efecto de la condena de la doctrina y las prácticas ascéticas en las fiestas de Navidad del grupo de Prisciliano, el Concilio decreta 21 días de asistencia a la Iglesia. De este modo, por un lado, se decreta el distanciamiento de la penitencia y la ascesis como andar descalzo en ese tiempo o ayunar el domingo; y, por otro, evitan las prácticas privadas relacionadas con el priscilianismo al no poder estar ‘ocultos’ en casa, ni poder ir al monte o a la hacienda:
«En los 21 días que hay entre el 17 de diciembre hasta la Epifanía -que es el 6 de enero- no se ausente nadie de la iglesia durante todo el día, ni se oculte en su casa, ni se marche a su hacienda, ni se dirija a los montes ni ande descalzo, sino que asista a la iglesia. Y los admitidos que no hicieran así, sean anatematizados para siempre. Todos los dos obispos dijeron: sea anatema»; «Nadie ayune el domingo en atención al día o por persuasión de otro, o por superstición, y en cuaresma no falte a la iglesia. Ni se esconda en lo más apartado de su casa o de los montes aquellos que perseverar en estas creencias, sino que sigan el ejemplo de los obispos y no acudan a las haciendas ajenas, para celebrar reuniones. Todos los obispos dijeron: sea anatema quién esto hiciere» [2].

Siglos más tarde el X Concilio de Toledo (656), en referencia a la fiesta de la Encarnación del Verbo, fijará la fecha del 18 de diciembre dando origen a la solemnidad de Santa María, que desde la tarde anterior celebra su maternidad (Santa María. La Virgen de la O). Pero los padres conciliares toledanos no se limitan a fijar ese día, sino que lo elevan a la misma dignidad que la Navidad, añadiendo también algunos días posteriores de fiesta:
«Así como la dignidad de los días siguientes acompaña a la Natividad del Hijo, del mismo modo, la sagrada solemnidad de otros tantos días siga a la festividad de la Madre… la cual debe ser tan solemne como la Natividad del mismo Verbo» [3].

De este modo los 21 días comienzan con la solemnidad de Santa María y terminan con la de la Epifanía.


[1] Healy, Patrick. “Priscillianism.” The Catholic Encyclopedia. Vol. 12. New York: Robert Appleton Company, 1911, en: https://www.biblia.work/diccionarios/priscilianismo/-

[2] I Concilio de Zaragoza, IV. II, en: F. M. Arocena, Cánonces litúrgicos de los concilios hispano-visigóticos.

[3] X Concilio de Toledo, I, en: F. M. Arocena, Cánones…

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