En las vísperas del día 21 de noviembre y hasta el 25 del mismo mes la liturgia oriental celebra la presentación de la virgen María en el templo. Nosotros, el rito romano, desde 1585 dedicamos tan solo ese día (21 de noviembre) a la celebración de este acontecimiento que narra en el Proto evangelio de Santiago. Esta fiesta fue colocada -tal como indica el martirologio romano- al día siguiente de la conmemoración de la Basílica de Santa María, la Nueva, contruida junto al muro del Templo de Jerusalén.
Proto-evangelio de Santiago VII
VII1. Ylos meses se sucedían para la niña. Y, cuando llegó a la edad de dos años, Joaquín dijo: Llevémosla al templo del Señor, para cumplir la promesa que le hemos hecho, no sea que nos la reclame, y rechace nuestra ofrenda. Y Ana respondió: Esperemos al tercer año, a fin de que la niña no nos eche de menos. Y Joaquín repuso: Esperemos.
2. Y, cuando la niña llegó a la edad de tres años, Joaquín dijo: Llamad a las hijas de los hebreos que estén sin mancilla, y que tome cada cual una lámpara, y que estas lámparas se enciendan, para que la niña no vuelva atrás, y para que su corazón no se fije en nada que esté fuera del templo del Señor. Y ellas hicieron lo que se les mandaba, hasta el momento en que subieron al templo del Señor. Y el Gran Sacerdote recibió a la niña, y, abrazándola, la bendijo, y exclamó: El Señor ha glorificado tu nombre en todas las generaciones. Y en ti, hasta el último día, el Señor hará ver la redención por Él concedida a los hijos de Israel.
3. E hizo sentarse a la niña en la tercera grada del altar, y el Señor envió su gracia sobre ella, y ella danzó sobre sus pies y toda la casa de Israel la amó.
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