Como cada 11 de agosto los conventos de clarisas se visten de gala para celebrar la fiesta de su fundadora: la Madre Clara de Asís. Ella, deseosa de abrazar la vida religiosa tras su encuentro con el joven Francisco de Asís, se fuga de su casa la tarde del domingo de Ramos del año 1211 o 1212 camino de la Porciúncula, la capilla de San Francisco, donde este le corta el cabello y le entrega los signos de la penitencia. Clara es llevada a un monasterio benedictino en los alrededores de Asís con el cual sus padres intentar forzar a Clara a volver casa. Poco después Clara se traslada a vivir a San Damián, lugar que daría nombre a las comunidades nacidas de la regla de Francisco y Clara: las damianitas. Regla aprobada tan solo dos días antes de su muerte el 11 de agosto de 1253, y tras diecinueve años de enfermedad.
Corría el año 1237 cuando a aquellas puertas de San Damian llegó Dominica y una hermana de su comunidad damianita. Traían bajo el brazo siete Breves Pontificios concedidos unos días antes por el Papa Gregorio IX con los que daba reconocimiento canónico a la comunidad a la que pertenecían. La Madre Clara, con la amabilidad que le caracterizaba, les explicó la forma de vida de las damianitas. Con algunos purificadores hilados por la misma Clara y otros regalos de la Madre, deshicieron el camino hasta su comunidad a orillas del Duero.
La comunidad damianita -hoy clarisas- conserva los corporales y la espiritualidad de Clara en la calle Unamuno, cuarta ubicación de la comunidad en la ciudad, tras dos monasterios al lado del río y la casa que dio nombre a la céntrica calle de Santa Clara.
PARA LA ORACIÓN
En verdad es justo y necesario
MISAL FRANCISCANO, Prefacio propio de la Solemnidad de Santa Clara
darte gracias
siempre y en todo lugar,
Señor, Padre Santo,
Dios todopoderoso y eterno.
Porque impulsaste a tu sierva Clara
con el ejemplo de san Francisco a seguir las huellas de tu Hijo,
y la uniste a Él
en desposorio místico y en amor eterno.
Elevada a la cumbre
de la espiritualidad franciscana
por el camino de la extrema pobreza,
la constituiste también
madre de innumerables vírgenes.
Por eso,
con los ángeles y los arcángeles
y con todos los coros celestiales
cantamos sin cesar el himno de tu gloria.
Para leer más sobre la historia de la comunidad zamorana: http://clarisasvocaciones.blogspot.com/2015/02/29-clarisas-de-zamora-monasterio-de.html