Martirologio romano
16 de agosto
1. San Esteban, rey de Hungría, que, regenerado por el bautismo y recibida la corona real de manos del papa Silvestre II, impulsó la propagación de la fe cristiana entre los húngaros, puso en orden la Iglesia en su reino, la dotó de bienes y monasterios, fue justo y pacífico en el gobierno de sus súbditos y, finalmente, en Székesfehérvár, en Hungría, en el día de la Asunción, su alma partió hacia el cielo. (1038)