Los formularios de las oraciones de las misas están contenidos en el misal y tienen mayor o menos flexibilidad dependiendo lo que se esté celebrando. Por ejemplo, existen diferentes formularios para las exequias, memorias de mártires, etc. pero solo hay un formulario para la misa del día de Navidad. En ocasiones se permite cambiar el formulario que toca en ese día por una misa votiva o por diversas necesidades. Todos estos formularios están contenidos en el misal.
Pero la oración universal u oración de los fieles no está desarrollada en el misal. Tan solo se describen algunos criterios para confeccionarla. Existen ediciones más o menos oficiales -como las de la conferencia episcopal- que pretenden cubrir esa laguna.
¿Laguna? ¿o posibilidad para la creatividad litúrgica? La oración universal es una posibilidad preciosa -en su doble sentido de apreciada y bonita- de aportar un modesto y humilde texto a la liturgia. Tanto en la invitación del sacerdote, como en las intenciones de la oración, pero sobre todo en la oración conclusiva tenemos la posibilidad de recoger la temática de las lecturas o de la celebración y hacerla oración.
Es necesario familiarizarse con la forma que tienen las oraciones colectas del rito romano para poder hacer una buena oración conclusiva. La oración universal hace oración nuestra respuesta a los que Dios nos ha revelado en las lecturas. Un ejemplo en paralelo es el salmo responsorial: a lo que Dios nos revela y nos pide en la primera lectura nosotros respondemos haciendo nuestra la oración de un salmo. Tomamos de la misma palabra de Dios para responderle. Así también la oración universal es la respuesta conclusiva a toda la liturgia de la palabra: lecturas, salmo y homilía. Y por ello, se inspira en la palabra proclamada y en la explicación que se ha hecho de ella.
Por ello es una labor interesante que una comunidad cristiana elabore la oración de los fieles, pero es igualmente interesante para los sacerdotes elaborar una buena oración conclusiva que haga oración el contenido de la homilía.
Ofrecemos a continuación algunos formularios completos y algunas oraciones conclusivas, esperando poder recibir más. Es una modesta y humilde aportación a la oración de la Iglesia.
