Martirologio romano
5 de julio
3. En Cirene, en Libia, santa Ciprila, mártir, la cual, según cuenta la tradición, durante la persecución bajo Diocleciano retuvo en sus manos durante mucho tiempo carbones ardiendo junto con el incienso, para que no pareciese, si los tiraba, que ofrecía culto a los dioses, y despedazados luego cruelmente sus miembros, su alma, decorada con su sangre, voló al encuentro del Esposo (s. IV).
EL INCIENSO Y LA OBLIGACIÓN DEL CULTO PAGANO
La persecución desatada por los emperadores romanos contra los primeros cristianos se tradujo en la práctica en la presión para que abandonaran el culto cristiano dando culto a los dioses paganos. Una forma de culto era la ofrenda del incienso que santa Ciprila no quiso hacer dejando los carbones y el incienso sobre sus manos para así no abandonar la fe cristiana.