El 16 de octubre, celebramos la memoria de la Santa Margarita María de Alacoque, a la que algunas letanías de los santos colocan el apelativo de ‘Confidente del Sagrado Corazón de Jesús’.

Margarita nació en Lhautecourt, en las proximidades de Vérosvres, una pequeña aldea de la de diócesis de Autun, el 22 de julio de 1647. La vida de la joven Margarita no fue fácil: su padre murió cuando ella contaba con ocho años y a su madre toca educarla junto a sus otros cuatro hermanos, todos varones y mayores que ella. Un año mas tarde se establece como pensionista en las clarisas de Charoles, pero debe abandonar el convento por una grave enfermedad que la irá dejando sin poder andar hasta que se cura tras un voto hecho a la Virgen. Ya en este convento encuentra una fuerte inclinación a imitar a las religiosas en esa vida de santidad que ella observa; la enfermedad trunca esa vida y la vuelta a casa con la familia paterna no fue muy agradable. En palabras de Margarita: fueron ‘sometidas a la más dura esclavitud’. Hubo de afrontar sola y sin ayuda las enfermedades de su madre. Su inclinación a la vida religiosa le lleva a las puertas del convento de las religiosas de la Visitación de Paray-Le-Monial donde ingresa el 20 de junio de 1671 donde llegaría a ejercer el cargo de maestra de novicias contagiando todo el convento, después toda la orden y, finalmente, a la Iglesia de la espiritualidad del Corazón de Jesús que ella había vivido a través de las apariciones.
LAS APARICIONES DEL CORAZÓN DE JESÚS Y LOS ACTOS DE PIEDAD

La primera aparición del Sagrado Corazón de Jesús a Santa Margarita María de Alacoque sucede algo más de un año más tarde de su entrada en el convento: el 27 de diciembre de 1673, fiesta de San Juan evangelista. Se prolongan hasta enero de 1688. Margarita muere el 17 de octubre de 1690.
La primera visión consistió en que Jesús toma el corazón de Margarita y lo mete en el suyo: un corazón en un trono de llamas con la corona de espinas, signo de nuestros pecados, que punzaban el corazón y sobre él la cruz. Al devolverle el corazón a Margarita la cicatriz que queda en su cuerpo será la que cada primer viernes de mes le duela a Margarita. Le es revelado que esos viernes debe comulgar y además vive en la noche del jueves al viernes una terrible agonía como la que Jesús hubo de soportar en el monte de los Olivos: Margarita permanece postrada de once a doce de la noche los jueves.
Este es el origen de la Hora Santa y de la comunión de los primeros viernes de mes que comenzó en el convento de Paray-Le-Monial y luego ha sido extendido a toda la Iglesia como culto al Sagrado Corazón de Jesús.