Vicente, un joven que vivió según los criterios mundanos de su tiempo, ingresó en el monasterio de Lerins, cerca de Marsella. Allí, por su destacada inteligencia y santidad, fue ordenado presbítero. El monasterio de Lerins estaba bajo la influencia intelectual del monasterio de San Víctor de Marsella. En él, con fama de santidad, habitaba Casiano quien había recuperado en parte ideas de la herejía pelagiana. Estas ideas que defendía Casiano, a las que se llamó semipelagianismo, decían que en ocasiones la voluntad de los hombres es anterior a la gracia de Dios y por tanto no siempre la fe y la gracia que Dios otorga en los sacramentos proceden únicamente de Dios y de forma gratuita, sino que los hombres podrían llegar a obtenerla por sus actos. San Agustín de Hipona escribe varias obras que rebaten esta idea de Casiano que también defiende San Vicente de Lerins.
Entonces ¿por qué santo?
San Vicente de Lerins, a pesar de no haber encontrado la verdad en este punto, se enfrenta a la herejía de Nestorio, recogiendo textos de San Agustín sobre la Trinidad y la Encarnación apoyando lo que la Iglesia defiende en sus Concilios contra esta otra herejía de Nestorio (la idea de que en Cristo confluyen dos personas, una humana y otra divina, y no una sola con dos naturalezas). Los papas San Celestino y Benedicto XIV tuvieron en gran consideración esta defensa y lo que el creía que era la doctrina de la Iglesia, su búsqueda continua de la verdad, y su santidad de vida. A pesar de sus ideas semipelaginas sus escritos pueden arrojar luz a la hora de la búsqueda de la verdad. Dejamos un párrafo sobre este tema de su obra Conmonitorium:
-¿Cuál deberá ser la conducta de un cristiano católico, si alguna pequeña parte de la Iglesia se separa de la comunión en la fe universal?
San Vicente de Lerins, Conmonitorium 3
-No cabe duda de que deberán anteponer la salud del cuerpo entero a un miembro podrido y contagioso.
-Pero, ¿y si se trata de una novedad herética que no está limitada a un pequeño grupo, sino que
amenaza con contagiar a la Iglesia entera?
-En tal caso, el cristiano deberá hacer todo lo posible para adherirse a la antigüedad, la cual no puede evidentemente ser alterada por ninguna nueva mentira.
-¿Y si en la antigüedad se descubre que un error ha sido compartido por muchas personas, o incluso por toda una ciudad, o por una región entera?
-En este caso pondrá el máximo cuidado en preferir los decretos -si los hay- de un antiguo Concilio Universal, a la temeridad y a la ignorancia de todos aquellos.
-¿Y si surge una nueva opinión, acerca de la cual nada haya sido todavía definido?
-Entonces indagará y confrontará las opiniones De nuestros mayores, pero solamente de aquellos que, siempre permanecieron en la comunión y en la fe de la única Iglesia Católica y vinieron a ser maestros probados de la misma. Todo lo que halle que, no por uno o dos solamente, sino por todos juntos de pleno acuerdo, haya sido mantenido, escrito y enseñado abiertamente, frecuente y constantemente, sepa que él también lo puede creer sin vacilación alguna.