El 8 de junio la Iglesia celebra la memoria de San Guillermo Fitzherbert. Hijo del conde Herbert fue tesorero de la iglesia de York, Inglaterra, cuando era joven. En 1140 fue elegido arzobispo de York, a la que supusieron un grupo de cistercienses que lo acusaron de simonía, abusos sexuales y de estar influenciado por la corte real donde su padre había ejercido el cargo de tesorero del rey. Tras algunas investigaciones el Papa le confirmó en el cargo como arzobispo el 26 de septiembre de 1143. Pero bajo el pontificado de Eugenio III, que provenía de la orden cisterciense fue suspendido de su cargo en 1147. Mientras que algunos de sus defensores se amotinaron llegando a quemar el monasterio, Guillermo se retiró como monje en la más estricta austeridad.
Años más tarde, en 1154, fue llamado por el Papa Anastasio IV nuevamente como arzobispo de York. Murió un mes más tarde. Fue canonizado por Honorio III el 18 de marzo de 1226.